En los últimos días recibí diferentes formas de aprecio y en diferentes formatos y estilos porque dejaba el Perú para instalarme y trabajar como profesor universitario en el Brasil consolidando mis intereses científicos así como para iniciar un anhelado proyecto de vida familiar.
De diferentes edades, generaciones, profesiones y oficios, visiones e ideologías, familiares, amigos y conocidos, me hicieron recordar que forman parte de mi biografía.
Ahora, con cierta calma, reflexiono acerca de esta maratónica experiencia y se me ocurren diferentes temas que abordar. Por ejemplo, abordar el tema de la despedida o las despedidas en plural.
La despedida tiene ciertos significados precisos en el diccionario pero en el imaginario de diferentes individuos y grupos puede adquirir otros diferentes significados. Así, si bien alguien único se despide, lo hace frente a diferentes grupos e individuos y por lo tanto genera diferentes despedidas.
Aunque ahora hablamos de la palabra despedida en español, sólo en inglés se puede usar farewell, parting, leave, goodbye, adieu, send-off, valediction, pero tal vez el más cercano al significado en español sea la primera palabra.
Las despedidas son bastante intrigantes, nos ofrecen la oportunidad de recrear las escenas finales de una vida o la de dejar frases históricas como la despedida de Obama al dejar la presidencia de los Estados Unidos o incluso poemas memorables como La Despedida de Miguel Angel Buesa o tener la expectativa de una canción com Farewell de Rihanna.
Pero por un momento centrémonos en el que se despide. Desde esa perspectiva la despedida es una actualización final de la biografía, una última foto del pasado, la creación de una imagen mental que se espera dure algún tiempo como imagen del recuerdo y que substituya y complemente las diferentes imágenes previas con los “despidientes”. Una especie de versión actualizada del recuerdo.
Mientras la literatura se ha ocupado extensamente de la despedida, la academia se ha ocupado muy poco de sus implicancias psicológicas, sus significados sociales y su impacto para el desarrollo personal. Es bueno despedirse?, inevitable?.
La despedida es un lado de la moneda, del otro está la partida. Aunque el foco es la despedida, la real situación es que hay una partida. Un acto que puede ser más significativo. Sólo se despiden los que parten, pero de eso nos podemos ocupar en otro momento, ahora disfrutemos la música de un nuevo comenzar: Yo Renaceré de José Luis Rodriguez (el Puma).
Porque como alguna vez dijo Albert Eistein: "Si quieres resultados distintos no hagas siempre las mismas cosas".
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